Las matemáticas y las piñas
Las matemáticas no las han inventado los matemáticos. Las matemáticas son el lenguaje con que la Naturaleza se expresa, se comunica y ordena.
Y parece que la naturaleza tiene pasión por Fibonacci. El número de pétalos de las flores depara muchas sorpresas, la mayor parte de ellas tienen un número de pétalos que casi siempre coinciden con los números de la siguiente serie: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, … Se trata de la serie de Fibonacci, donde cada término se genera sumando los dos anteriores.
Pero ahí no terminan las coincidencias. La serie de Fibonacci también se encuentra de manera precisa en las espirales que forman las flores del girasol en su interior o en las escamas que forman las piñas de un pino. Solo hay que contarlas para darse cuenta que coinciden con algún número de la mágica serie. Las plantas no tienen ni idea de lo que son estas series de números, pero su sistema de crecimiento y los genes implicados en él determinan esta disposición que tanto nos asombra por su simetría.